Más de un año pasó desde que se conoció la noticia que desató la euforia de los gamers Linuxeros y la mayoría de los amantes del pingüino.
La idea de juegos de calidad en gran cantidad en nuestro sistema libre -los juegos de calidad no abundan en Linux precisamente- nos permitían pensar en un Call of Duty MW 2 nativo, un Crysis más rápido que en Windows, un PES 2011 que corriera mucho mejor que en Wine.
Pensar en portear juegos de primer nivel desarrollados en DirectX a Linux sin problemas, era como pensar en 1968 que el hombre llegaría a la Luna. Pero en ningún caso parece haber ocurrido lo prometido: Linux sigue sin DirectX y el hombre sigue sin llegar a la Luna (vamos, ¿quién se cree el alunizaje a esta altura de la historia?).
Encima todo parece indicar que no habrá novedades al respecto, al menos por ahora. Ojalá que digan públicamente el estado de este ambicioso proyecto, ya que hasta ahora no leo nada nuevo: sólo encuentro noticias del 24/09/2011 diciendo DirectX ya forma parte de Linux.
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